miércoles, 2 de mayo de 2012

LA RESPONSABILIDAD DE ALEMANIA

En realidad, y aunque esto suene a barbaridad, estamos ya en la 3ª Guerra Mundial. Se han dado cuenta de que no hay porqué pegar tiros o lanzar bombazos, eso lo pone todo perdido y además siempre causa bajas propias. La guerra militar queda para los países del tercer mundo, como Afganistán, Irak, etc. Sin embargo la guerra económica es inmaculada, no les crea baja alguna y al final tiene los mismos efectos, millones de muertos, en este caso de hambre.  Y como no podía ser de otra forma, Alemania, o mejor dicho el gobierno alemán, se ha puesto al frente del asunto con su espíritu netamente prusiano. ¿Nadie se ha dado cuenta de que, en menos de 100 años, este gobierno ha puesto ya 3 veces de rodillas al resto de Europa y por extensión, al resto del mundo? Pues se le sigue consintiendo. Ahora se quejan de que los demás, especialmente "los del sur", somos unos vagos y una pandilla de maleantes y de que ya está bien de que ellos hagan el primo trabajando como trabajan. En primer lugar habría que ver, de verdad, cómo trabajan, luego lo veremos. Y en segundo, ¿También eran unos primos cuando invadían, sometían y masacraban a los demás, o los primos eran los otros? ¿Y cuando todos los otros, esos primos, les ayudaron, con ingentes ayudas económicas, a salir de la bancarrota absoluta en que habían quedado tras su funesta osadía, y cuando soportaron a Berlín con el famoso "puente aéreo", también eran unos vagos y unos maleantes? Para los germanos siempre hay algunos conejillos de indias que son la causa de todos sus males, sean judíos, gitanos o ahora mediterráneos. Pero fueron ellos los únicos causantes de las dos grandes debacles del siglo XX y de la traumática muerte de cientos de millones de personas. Con esos antecedentes a sus espaldas, cualquiera con un poquito de humildad y de conciencia se estaría calladito y trabajando en silencio durante cientos de siglos. Ellos no, ya han cogido otra vez la batuta y ya han empezado a culpabilizarnos de que "no estamos a su altura", no les merecemos y no tienen porqué aguantar semejante compañía. Con este director de orquesta ¿Cómo no iban a estar radiantes de felicidad todos los magnates y mangantes financieros? El liberalismo económico ha acabado siendo la más moderna forma de fascismo y opresión de la inmensa mayoría de ciudadanos de este mundo. Y para ello, la globalización les ha echado también una buena mano. Sin ella hubiera sido imposible que el mal hubiese alcanzado la magnitud que ha conseguido y se haya extendido hasta el último rincón de la tierra.


Pero además está la mentira del déficit. ¿Por qué se empeña ahora Angela Merkel tan obsesivamente con el déficit? Remontémonos unos años atrás. A raíz de la firma del tratado de Maastricht se establecieron una serie de condiciones que debían de cumplir todos los países que formaban parte de la Unión Europea. Una de esas condiciones era no superar el 60% de deuda pública sobre el PIB de cada país. Pues bien, 2 de los primeros países en incumplir la citada condición fueron Alemania y Francia, que pronto superaron con creces dicha cifra. Por poner ejemplos, desde el año 1988 Alemania solo ha cumplido el objetivo de deuda en 2 años, 2000 y 2001, y de milagro (59,70% y 59,80% respectivamente). En el 2011 fue del 81,20%. Francia lo incumple sistemáticamente desde el año 2003 y en el 2011 fue del 85,80%. España lo ha empezado a incumplir en el año 2010 y en el 2011 fue del 68,50%, muy inferior al de estos 2 países. Y hasta hace muy poco tiempo casi todos los demás cumplían ese objetivo. Sin embargo cuando la UE exigió a Alemania y Francia su cumplimiento se negaron rotundamente. Y NO PASÓ NADA. No les sancionaron. No se adoptó ninguna medida contra ellos. Y ellos siguieron aumentando su deuda, como se ha visto. Ahora Angela Merkel se olvida de la deuda y exige que todos los países cumplan con el objetivo de déficit cero y equilibrio presupuestario. No voy a entrar en si es acertada o no esta medida. Sencillamente quiero resaltar que si se pretende implantar un objetivo de déficit cero, o sea de gastos igual a ingresos, lo lógico, antes de comenzar a exigir su cumplimiento, es ajustar las cuentas de todos y poner, por decirlo gráficamente, su marcador a cero. Esto supondría que lo primero que todos tendrían que hacer antes de ajustar su déficit a cero es eliminar su deuda y arrancar así todos en la misma situación, sin deuda, para que el punto de partida sea el mismo para todos. Sin embargo la canciller alemana no ha hecho la más mínima alusión a este aspecto. Naturalmente, la deuda alemana es, en valor absoluto, la mayor de toda la UE, así que sobre eso no interesa hablar. Porque al haberse endeudado mucho más que los demás y antes de exigir el déficit cero, Alemania dispone de muchos más fondos de partida que el resto para poder gastar y por lo tanto crecer, cosa que los demás poseen en mucha menor medida. Y aparte está el hecho del absoluto incumplimiento de las exigencias establecidas en Maastricht. En definitiva, Alemania y Francia están jugando desde hace muchos años con las cartas marcadas. Y se les consiente. Los países mediterráneos han podido cometer muchos errores pero no más que los dos grandes que dirigen y mueven a su antojo toda la política europea. Siempre a su favor.

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