Creo sinceramente que el título de la famosa serie de TV es el que mejor refleja la situación de España en estos momentos. Acompaño una serie de reflexiones al respecto.
- En ningún país del mundo hay menos respeto por los demás de lo que hay en este: El lema nacional que justifica nuestros actos es "Con 2 cojones" y "Que les den", todo un ejemplo de comportamiento democrático y educación.
- En ningún país del mundo existe una cerrazón mental tan inmensa respecto a la valoración de los comportamientos políticos: "Los míos" son buenos y aciertan siempre, "los otros" son malos y se equivocan sistemáticamente. Además, nuestra filiación política es como la del fútbol, desde que nacemos hasta la muerte, hagan lo que hagan "los míos" estaré con ellos. Ejemplo modélico de inteligencia
- En ningún país del mundo la gente se dedica con tanto afán a hundirlo todo lo posible. Veamos varios ejemplos: A) En ningún país del mundo hay tanta falta de respeto e incluso odio a nuestro sistema político y sus instituciones. Francia, Italia y Portugal pasaron de una monarquía a una república y no cambiaron su bandera porque es la del país, la que lo representa con independencia de su sistema político. Aquí, según sea el sistema defendemos una bandera y odiamos la otra. No somos capaces de compartir ni un símbolo común, por encima de divergencias políticas. B) En ningún país del mundo se identifica a un determinado gobernante con el propio país. Alemania es el país de Hitler pero los alemanes no odian Alemania; Rusia es el país de Stalin pero los rusos no odian a Rusia; Chile es el país de Pinochet pero los chilenos no odian a Chile; Italia es el país de Mussolini pero los italianos no odian a Italia; España es el país de Franco y una buena parte de sus ciudadanos siguen identificando a España con el dictador y por tanto la repudian o atacan continuamente, solo por ello. C) En ningún país del mundo sus políticos tienen menos sentido de estado que este. Aquí cada uno defiende su parcelita de poder y sus prebendas aunque sea a costa de los intereses generales y el bien común. El resultado de todas estas maneras de actuar es siempre el mismo: Hacemos todo lo posible por desprestigiar o hundir a nuestro país, lo cual no sería especialmente grave si no fuera por el pequeño detalle de que si el país se hunde todos sus ciudadanos nos hundimos con él y eso ya parece algo más serio por la cuenta que nos trae.
- En ningún país del mundo se aprende menos de los errores y desastres del pasado. No llevamos ni 40 años de supuesta democracia y ya estamos muy cerquita del 36, todo un síntoma. Pero somos incapaces de darnos cuenta de adonde estamos llevando este barco, que es el nuestro, nos guste o no, y de donde vamos a parar con él con nuestros ejemplares comportamientos.
- En ningún país del mundo se quema el territorio todos los años, llevándolo con paso decidido a convertirlo en un desierto, y no pasa nada ni nadie hace nada.
- En ningún país del mundo los jovenes tienen menos futuro que en este y tampoco pasa nada ni nadie hace lo más mínimo por tratar de arreglarlo.
- En ningún país del mundo se reclaman y exigen supuestos derechos históricos de hace siglos que no contribuyen a la solidaridad ni a la justicia social ni al bien común, y que por contra solo crean una tensión, un odio y un desprestigio innecesario y evidentemente negativo. Venecia no reclama su imperio del renacimiento y mira que era grande; Inglaterra no reclama Bretaña; Alemania no reclama Alsacia. Todos han entendido que por encima de guerras pasadas que solo generaron muerte, dolor y sufrimiento de millones de personas, está la convivencia actual de los que vivimos hoy, con nuestros semejantes, hermanos y conciudadanos. Ni yo ni nadie somos responsables de lo que hicieron nuestros antepasados pero la única forma de paz social y en definitiva prosperidad para todos, es comprender que no se puede estar toda la vida reclamando esos hipotéticos derechos, que no entro a discutir, y pretendiendo imponerlos sin ninguna voluntad de entendimiento, sino aceptar que por encima de todo ello está eso, la convivencia, la fraternidad, la solidaridad humana y el bien común. Con el único fin de poder vivir en paz y mejor. Pero por supuesto que aquí no, aquí enfrentados por los siglos de los siglos, amén.
- Como ha indicado el New York Times, España es el único país del mundo que afronta en la actualidad una crisis económica, política, de valores, de corrupción y territorial interna, todo junto a la vez. Tristísima realidad, que no debería hacernos sentir orgullosos de nosotros mismos, ni como personas ni como nación. A nadie. Porque todos contribuimos diariamente a este desolador panorama con nuestras actitudes, con nuestro fanatismo, con nuestra absoluta falta de respeto hacia nuestros conciudadanos y hacia nuestro propio país y, en definitiva, con nuestra ausencia absoluta de sentido común, de sensatez, de espíritu democrático, de buena voluntad y de diálogo. Nos creemos la repera y somos en realidad los peores de todos y los hechos lo demuestran todos los días. Vamos directos a la ruina completa para todos, unos y otros, derechas e izquierdas, rojos, fachas y nacionalistas, no nos vamos a salvar, nuestro odio y nuestra cerrazón infinita nos lo va a impedir. Pero ahí seguimos, cada uno en su trinchera y dispuestos a llegar hasta el final, como siempre, parece mentira que no seamos capaces de ver adonde nos lleva todo esto. Lamentablemente va a ser eso, el final, un final absolutamente desgarrador que nos llevará directamente a la miseria, una vez más. Eso sí, firmes y con la cabeza muy alta. Con 2 cojones, como decía al principio. En resumen, AQUÍ Y ASÍ, NO HAY QUIÉN VIVA. A ver si nos damos cuenta todos de una maldita vez.
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