jueves, 4 de octubre de 2012

AQUÍ NO HAY QUIÉN VIVA


Creo sinceramente que el título de la famosa serie de TV es el que mejor refleja la situación de España en estos momentos. Acompaño una serie de reflexiones al respecto.
  1. En ningún país del mundo hay menos respeto por los demás de lo que hay en este: El lema nacional que justifica nuestros actos es "Con 2 cojones" y "Que les den", todo un ejemplo de comportamiento democrático y educación.
  2. En ningún país del mundo existe una cerrazón mental tan inmensa respecto a la valoración de los comportamientos políticos: "Los míos" son buenos y aciertan siempre, "los otros" son malos y se equivocan sistemáticamente. Además, nuestra filiación política es como la del fútbol, desde que nacemos hasta la muerte, hagan lo que hagan "los míos" estaré con ellos. Ejemplo modélico de inteligencia
  3. En ningún país del mundo la gente se dedica con tanto afán a hundirlo todo lo posible. Veamos varios ejemplos: A) En ningún país del mundo hay tanta falta de respeto e incluso odio a nuestro sistema político y sus instituciones. Francia, Italia y Portugal pasaron de una monarquía a una república y no cambiaron su bandera porque es la del país, la que lo representa con independencia de su sistema político. Aquí, según sea el sistema defendemos una bandera y odiamos la otra. No somos capaces de compartir ni un símbolo común, por encima de divergencias políticas. B) En ningún país del mundo se identifica a un determinado gobernante con el propio país. Alemania es el país de Hitler pero los alemanes no odian Alemania; Rusia es el país de Stalin pero los rusos no odian a Rusia; Chile es el país de Pinochet pero los chilenos no odian a Chile; Italia es el país de Mussolini pero los italianos no odian a Italia; España es el país de Franco y una buena parte de sus ciudadanos siguen identificando a España con el dictador y por tanto la repudian o atacan continuamente, solo por ello. C) En ningún país del mundo sus políticos tienen menos sentido de estado que este. Aquí cada uno defiende su parcelita de poder y sus prebendas aunque sea a costa de los intereses generales y el bien común. El resultado de todas estas maneras de actuar es siempre el mismo: Hacemos todo lo posible por desprestigiar o hundir a nuestro país, lo cual no sería especialmente grave si no fuera por el pequeño detalle de que  si el país se hunde todos sus ciudadanos nos hundimos con él y eso ya parece algo más serio por la cuenta que nos trae.
  4. En ningún país del mundo se aprende menos de los errores y desastres del pasado. No llevamos ni 40 años de supuesta democracia y ya estamos muy cerquita del 36, todo un síntoma. Pero somos incapaces de darnos cuenta de adonde estamos llevando este barco, que es el nuestro, nos guste o no, y de donde vamos a parar con él con nuestros ejemplares comportamientos.
  5. En ningún país del mundo se quema el territorio todos los años, llevándolo con paso decidido a convertirlo en un desierto, y no pasa nada ni nadie hace nada.
  6. En ningún país del mundo los jovenes tienen menos futuro que en este y tampoco pasa nada ni nadie hace lo más mínimo por tratar de arreglarlo.
  7. En ningún país del mundo se reclaman y exigen supuestos derechos históricos de hace siglos que no contribuyen a la solidaridad ni a la justicia social ni al bien común, y que por contra solo crean una tensión, un odio y un desprestigio innecesario y evidentemente negativo. Venecia no reclama su imperio del renacimiento y mira que era grande; Inglaterra no reclama Bretaña; Alemania no reclama Alsacia. Todos han entendido que por encima de guerras pasadas que solo generaron muerte, dolor y sufrimiento de millones de personas, está la convivencia actual de los que vivimos hoy, con nuestros semejantes, hermanos y conciudadanos. Ni yo ni nadie somos responsables de lo que hicieron nuestros antepasados pero la única forma de paz social y en definitiva prosperidad para todos, es comprender que no se puede estar toda la vida reclamando esos hipotéticos derechos, que no entro a discutir, y pretendiendo imponerlos sin ninguna voluntad de entendimiento, sino aceptar que por encima de todo ello está eso, la convivencia, la fraternidad, la solidaridad humana y el bien común. Con el único fin de poder vivir en paz y mejor. Pero por supuesto que aquí no, aquí enfrentados por los siglos de los siglos, amén.
  8. Como ha indicado el New York Times, España es el único país del mundo que afronta en la actualidad una crisis económica, política, de valores, de corrupción y territorial interna, todo junto a la vez. Tristísima realidad, que no debería hacernos sentir orgullosos de nosotros mismos, ni como personas ni como nación. A nadie. Porque todos contribuimos diariamente a este desolador panorama con nuestras actitudes, con nuestro fanatismo, con nuestra absoluta falta de respeto hacia nuestros conciudadanos y hacia nuestro propio país y, en definitiva, con nuestra ausencia absoluta de sentido común, de sensatez, de espíritu democrático, de buena voluntad y de diálogo. Nos creemos la repera y somos en realidad los peores de todos y los hechos lo demuestran todos los días. Vamos directos a la ruina completa para todos, unos y otros, derechas e izquierdas, rojos, fachas y nacionalistas, no nos vamos a salvar, nuestro odio y nuestra cerrazón infinita nos lo va a impedir. Pero ahí seguimos, cada uno en su trinchera y dispuestos a llegar hasta el final, como siempre, parece mentira que no seamos capaces de ver adonde nos lleva todo esto. Lamentablemente va a ser eso, el final, un final absolutamente desgarrador que nos llevará directamente a la miseria, una vez más. Eso sí, firmes y con la cabeza muy alta. Con 2 cojones, como decía al principio. En resumen, AQUÍ Y ASÍ, NO HAY QUIÉN VIVA. A ver si nos damos cuenta todos de una maldita vez.




















































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